martes, 29 de mayo de 2012

Mayo es Ahora: El mal de la taiga

Con ilustraciones de Carlos Maiques

¿Es cierto que el desamor, como el amor, un buen día se va? ¿Qué hacen las fauces de un lobo en la historia de un hombre, una mujer y un bosque? Una detective reconvertida en escritora vuelve, después de mucho tiempo y bastantes fracasos, a aceptar un caso que puede resarcirla y que, en el fondo, la seduce: encontrar y traer de vuelta a una mujer que abandonó a su marido para huir con otro hombre hacia el interior de la taiga —paisaje boreal de cielo gris y coníferas altas—, donde el espesor del bosque interminable y la soledad, casi total, parecen absorber sus conciencias. Porque en la taiga la realidad se distorsiona, y el riesgo es la inmensidad. ¿Qué ocultan sus pobladores? ¿Hay algo más allá del último refugio? ¿Qué puede surgir de la pasión y la sangre? Esta historia, que versa entre el cuento de hadas y el thriller, nos revelará por qué nadie es indemne al mal de la taiga.

En No hay tal lugar, el blog de Cristina Rivera Garza

En Tusquets Editores

miércoles, 23 de mayo de 2012

PI I Repasos de video y música electrónica

PI Festival está comisariado por José Manuel Costa
Ulobit (live)
Ulobit es el muy reciente proyecto de Xoán Xil (electrónica) y Ariel Ninas (zanfona)  y Horacio Gonzalez (video) cuya primera actuación en el festival ECO de Madrid resultó ser una de las grandes revelaciones de un programa ya de por sí emergente. Ulobit tiene su base en videos de la mar y circula por regiones relacionadas con el error, el ritmo y una conjunción de performances raras de encontrar.
Abraham Rivera es comisario y crítico de artes sonoras y visuales y una de las personas más activas en la nueva escena que se ha ido generando en Madrid en los últimos años. Una de sus actividades le muestra como DJ capaz de investigar, no tanto en la “música de investigación” sino en la ya larga y múltiple tradición de las músicas destinadas al baile.
Geometrías variables
Cristina Ghetti y Sofía Jack son dos artistas conceptualmente muy distintas pero que utilizan la geometría animada de forma intensa. Mostrarán alguno de sus trabajos y explicarán qué les condujo a sus diferentes aproximaciones. Coloquio.
Fabio Orsi (live)
Orsi es uno de los músicos electrónicos de las últimas oleadas que están incorporando sentimientos en una música generalmente caracterizada por su objetividad. Y esto sucede sin acudir a los clichés en realidad románticos que utiliza incluso la mejor música new age. Su música expresa una situación emocional de hoy en día realizada en términos que responden igualmente a tecnologías contemporáneas. Es intensidad pura que trasciende procesos por lo demás complejos.
“Me presento. Básicamente y como decía Paul Eluard, ‘Hablo de aquello que me ayuda a vivir’. De modo que he hablado/escrito sobre música, artes visuales, literatura, gastronomía, cine, software, juegos, circo… Unas veces en radio (Onda2, Radio 3, Radio El País, Deutsche Welle, Radio Clásica…) otras en prensa (en montonazo de publicaciones, pero digamos El País, ABC, De-Bug, ArteConTexto…). Otra circunstancia quizás relevante en este contexto es el hecho de haber pasado 8 años en Berlín y 5 años en Londres, más o menos introducido en las nuevas escenas de ambas ciudades, sobre todo de la alemana, donde cualquier escena es abierta. Ahora ando por Madrid, habiendo retomado la crítica y también cierta actividad curatorial. Y valorando en lo que merece el Trabajo de instituciones como Medialab o La Casa Encendida y también el trabajo de mucha gente mayoritariamente joven y llegada de todas partes que están convirtiendo Madrid en un lugar donde suceden cosas y donde lo emergente encuentra asilo espontáneo.”

lunes, 14 de mayo de 2012

Periscopio


Para Oculta, a partir de una conversación con crg.

Dicen que las incógnitas son manantiales de inquietud, recetas de malestar futuro.Visiones del entonces-tal-vez. Desde ahí, qué se podrá mirar. Las ventanas que son puertas. Los cíclopes que hablan con nosotros. Los trazos apretados que producen sombras. Los monstruitos de los pequeños olvidos o los posos de lo acuciante y su rostro.

Siguen las pistas los rastreadores, los reparadores de conversaciones, los recogedores de incógnitas. Siguen las huellas, tan leves, sobre la tierra aplastada por acontecimientos inesperados, que están ahí desligándose de la prisa.

Son legión aquellos lugares envueltos por cordilleras. Los valles o las mesetas donde anidan los cuervos, las cigüeñas, donde corretean unas cuantas jirafas. Desde los pasillos de un tren tan abandonado que desapareció como un espejismo, hasta que un recuerdo ajeno volvió a trazar las líneas de un viaje, sobre las que vuelan de un lado a otro palabras dentro de un vagón. Volver a ir hasta ese tren, asomarse a la ventana de esa mano abierta o servir un café disfrazado de mozo o de camarera, y escuchar.

Cuando el hombre de terracota derrama su voz de lija, tal vez saber qué susurra al oído de su acompañante. Algo así continuará ocurriendo entre estaciones, pasos fronterizos y vías muertas.

Supongamos que acaban de retirar dos tazas vacías de café, de depositar sobre la mesa un par de vasos: estanques diminutos, parpadeantes. Michelle vuelve a mirar la inmensa llanura, quebrada de cuando en cuando por algún galope fugaz, un ruido ilocalizable, alguna voz. Cuando Leung regresa, Michelle sigue mirando el llano. Se acerca un poco más, y espera un instante. Otro más. Y otro. No tienes que seguir así, no tienes porqué continuar de esta manera. Michelle, de veras te digo, no hay nada que no sepas, nada por descubrir más allá de la zona. Leung se detiene. Bebe. Michelle continúa el silencio. Michelle, no dejes que se lleven los pájaros tus pensamientos. 

¿Qué sabrás de lo que hace el son de sus alas? ¿Cómo puede hablarse así? En verdad, dice con un pequeño sorbo, es más que una sorpresa haber vuelto, de repente, contigo, avanzando. He leído que nos dirigimos hacia Algoa, hacia Animea. Lejos de aquí. Es un viaje largo, en efecto. Es un viaje que casi nadie es capaz de ver. He leído que las criaturas, algunas increíblemente pequeñas, abundan en esos territorios.Como en todas partes, sonríe la voz de Leung. Como aquí. Mira alrededor. La camarera se esconde apresurada; sin que noten su presencia va añadiendo unas líneas en una vieja libreta. Pero eso ya es otro caso. Otra detective. Otras pesquisas.

Las llamas y el silencio sí. más tarde. De momento decir que allá siguen, en marcha. Y durante mucho, mucho tiempo. 

(Imagen: Devta Singh)